Los beneficios del Seguro Social se pueden obtener por medio de dos programas:
- Social Security Disability Insurance (SSDI) o
- Supplemental Security Income – Ingreso Social Suplementario (SSI).
Ambos, el SSDI y SSI tienen los mismos requisitos médicos que discutiremos más adelante en otro blog.
Es importante recordar que el SSDI requiere que la persona haya trabajado y haya acumulado cierta cantidad de créditos en sus trabajos previos. Es decir, que haya aportado al Seguro Social. Por otro lado, El SSI se basa en la necesidad económica y/o financiera de la persona, haya trabajado o no.
Los programas del Seguro Social (SSDI) y del Ingreso Social Suplementario (SSI) son dos de los más grandes, de varios programas federales, que ofrecen asistencia económica a las personas con incapacidades y que no pueden trabajar. Estos dos programas son distintos, pero los dos son administrados por la Administración del Seguro Social y solamente las personas que sufren una incapacidad y satisfacen el criterio médico pudieran ser acreedores de beneficios bajo uno de los dos programas.
¿Qué es la Incapacidad?
Un reclamante va a ser considerado como incapacitado si esa persona no puede realizar ningún tipo de trabajo para el cual fuera apto y su incapacidad haya durado, o se espera que dure, al menos un año o resulte en la muerte. La incapacidad puede ser por razones o condiciones físicas, mentales o una combinación de ambas. Dicho en otras palabras, usted podría recibir beneficios de Seguro Social si esta lastimado o si ha contraído alguna condición o enfermedad, ya sea física, mental o ambas, que le impida trabajar o le impida ajustarse a algún otro empleo.
¿Qué pasa si el seguro social determina que estoy incapacitado?
Si el reclamante es encontrado incapacitado, el Seguro Social le pagara beneficios mensuales por todo el tiempo en el que la persona siga incapacitada. No hay requisitos de edad para poder aplicar y recibir beneficios de incapacidad. Es decir, se puede solicitar la incapacidad del Seguro Social a cualquier edad.